Construyendo mi sueño
31 julio, 201868 días contigo
Quería tenerte conmigo, lo deseaba tan fuerte que pensaba que , de tanto quererlo, sería demasiado difícil conseguirlo. Me quedé embarazada de tí después de cinco intentos reales y de desearlo al menos cien veces más. Cuando por fin te vi y te tuve entre mis brazos, cuando por fin nos conocimos, se produjo como una especie de simbiosis. Una cita a ciegas en la que las dos partes nos enamoramos, conectándonos, acoplándonos, uniéndonos de por vida.
Ya han pasado 68 días y 68 noches. Algunas veces, todavía pienso que habría gustado compartirlo, que tuvieras dos mamás, como siempre imaginé. Pero sabes? Ahora que estás aquí me doy cuenta de que no vas extrañar que seamos dos. Que tu conmigo y yo contigo tenemos suficiente. Somos una familia.
Después de 68 días contigo me siento agotada, pero también rematada y tremendamente feliz. La maternidad no es, para nada, de color de rosa. Y todavía menos estando sola. Pero aun así, cada día doy gracias por tenerte conmigo.
Después de 68 días contigo, pienso que no quiero que te vayas nunca. Adoro mirarte cuando descansas. Despertar contigo. Me gusta que mientras comes, me mires fijamente. Tus manitas apoyadas en mi pecho. Tus pies descalzos. Tu pureza. Me gusta tu olor, tu sabor tan dulce, tu piel suave… Me gusta la sensación de querer achucharte y comerte a besos, enterito. Me gusta saber que dormiremos juntos durante mucho tiempo. Todo el que necesitemos. Que te alimentarás de mí hasta que tú decidas. Me gusta que te parezcas tanto a mí. Me gusta poner dos fotos, una tuya y una mía, la una junto a la otra y descubrir que somos iguales.
Y ahora, después de 68 días contigo, sólo puedo decir que tenerte ha sido lo mejor que he hecho en mi vida.
Nura.